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Patrimonio informa sobre la necesidad de restaurar los murales del colegio de niñas de ENSIDESA

La Comisión Permanente del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias ha resuelto favorablemente la petición formulada por el Centro de Estudios del Alfoz de Gauzón a la Dirección General de Cultura y Patrimonio, en la que se solicitaba adoptar medidas para llevar a cabo la restauración de las pinturas murales que alberga la escuela de niñas de Llaranes (Avilés), con el fin de subsanar los importantes problemas de conservación que presentan desde hace más de una década.

El dictamen del órgano colegiado asesor del gobierno autonómico en materia de intervenciones en bienes patrimoniales protegidos ha acordado informar a la Consejería de Educación, propietaria del edificio, sobre la necesidad de acometer las necesarias obras para la conservación de las pinturas de la escuela de niñas de Llaranes, edificio incluido en el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA). Para ello «deberá presentarse un proyecto elaborado por técnico competente». La solicitud registrada por el Centro de Estudios del Alfoz de Gauzón a mediados del pasado año expuso a la administración autonómica el mal estado de conservación de las pinturas, un total de dieciséis obras repartidas en ocho clases, cuya integridad en algunos casos está seriamente comprometida. Ese estado «deficiente» ha podido ser constatado por un restaurador que visitó el edificio a petición del Principado. En la resolución se presta especial atención a «La música», de Javier Clavo, que se desprendió parcialmente del soporte hace más de diez años, así como a los ocho murales de Juan Ignacio de Cárdenas y de Luis Echanove. El Centro de Estudios del Alfoz de Gauzón ha recordado, además, que en el año 2015 se consiguió una partida municipal para iniciar estos trabajos gracias a una propuesta realizada por la asociación a través de los presupuestos participativos del Ayuntamiento de Avilés. Sin embargo, esta intervención quedó aplazada a la espera de una mejora de las cubiertas que aún no se ha llevado a cabo, mientras el estado de conservación de las pinturas empeora.

El colegio de niñas de Llaranes, ubicado en la calle río Gozón, es un edificio de gran singularidad, belleza y funcionalidad inaugurado en el año 1956 bajo la dirección de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Sus ocho aulas están decoradas con un total de dieciséis pinturas murales. El artista que más realizó fue Javier Clavo, mediante la técnica del fresco, que representó las diferentes asignaturas y materias del momento. En la parte posterior del inmueble se distribuyeron a partes iguales las pinturas de Juan Ignacio de Cárdenas, simbolizando las estaciones sobre lienzo adherido al muro, y las de Luis Echanove con alegorías de los cuatro continentes.

Detalle del mural «América», de Luis Echanove. Foto: Rubén Domínguez.

Mural «La música», de Javier Clavo, desprendido parcialmente hace una década. Foto: Rubén Domínguez.

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